Introducción:



¿Como decir algo, como escribir algo nuevo cuando ya todo está dicho, cuando cada uno de nosotros lleva en su corazón la eterna sabiduría?.
Estos párrafos no fueron escritos por mi, contienen sabiduría de todos y tienen el propósito, no de ser leídos, sino lentamente incorporados a nuestra vida, acercándonos a ellos ocasionalmente y disfrutando sus gotas de sabiduría en cada ocasión. Dejándonos llevar por la intuición, quien nos dirá por donde y hasta donde.
Considerando que como dicen los que saben, estamos construidos para notar diferencias, el propósito de este texto es mostrar la unidad de Dios, en las semejanzas de la aparente diversidad de la sabiduría.
Este texto trata de ser una síntesis como me ha enseñado un querido amigo y maestro, guardián de tradición Olmeca. Es un tributo, un compromiso por lo que he recibido de diversas tradiciones y puede crecer hasta el infinito sumando cada lector la sabiduría de todos los pueblos de las diferentes edades, e incluso más allá de nuestro mundo.
Este escrito solo pretende ser una guía, el verdadero conocimiento es y ha sido siempre custodiado por todas las tradiciones del planeta en su conjunto, y estas siempre han estado abiertas para todos aquellos que buscan en su interior la eterna sabiduría de Dios con amor y respeto.
Reconozco que existe un ligero énfasis, un tinte, que trata de resaltar la eterna sabiduría mexicana, no con el fin de ponerla por encima de las demás, sino como parte de mi compromiso como mexicano, con el corazón agradecido por lo que he recibido de esta tierra que me dio vida.
Ofrendo este texto tratando de ayudar a difundir nuestra memoria olvidada por muchos, pero siempre custodiada por auténticos Mexicanos.

Pido a Dios guía para ser capaz de transmitir este conocimiento, le pido que sirva para ayudarnos a recordar, a cumplir con nuestra misión planetaria de amor. Al recibir y transmitir este conocimiento, traté de actuar, como me ha enseñado uno de los hombres más sabios en el camino Zapoteca, el camino del amor, que el gran espíritu ha puesto en mi destino: “No soy yo, soy solo un hueso hueco, es Dios a través de mi”. Desde el fondo de mi corazón pido perdón, y agradezco a mis hermanos árboles, cuyos cuerpos sacrificados, sean utilizados para llevar estas palabras, y a la madre tierra y a los elementos por proporcionar las energías para dar nacimiento a este texto.

Tradición Unánime
luz blanca, luz divina
dispersada en múltiples tonalidades
por el humano prisma de la consciencia
cada uno de tus colores guarda en sí la totalidad
el recuerdo de la luz Única


Aquarius: Febrero 2005


Ecuménico:


“... lograr que la religiosidad de la nueva cultura tuviera un carácter ecuménico, esto es, que se diese un profundo respeto y colaboración entre las distintas religiones existentes en el mundo.”
Hombres que quieren ser”: Antonio Velasco Piña; p.111


Cristo y Krishna

“Las grandes religiones han nacido de la Tradición. Pero ésta siempre toma la forma que requiere el lugar, las personas y el momento. Las técnicas tiene que prescribirlas un Maestro que ya anduvo el Camino, y por lo tanto, sabe lo que hay que hacer en la circunstancia específica en el tiempo, el sitio y la gente. Un maestro siempre ha andado el Camino para poder llevar a otros .. . Cuando los hombres se alejan de él, se quedan con rituales, conceptos ideas, petrificados, y son como capullos vacíos, por que la mariposa ya ha salido. Las personas se meten en ellos para convertirse en mariposas, pero como cada crisálida tiene que tejer su propio capullo, quedan atrapados en él, sin evolución, sin cambio . . . y la religión se transforma en instrumento de poder, de prestigio, de posesión de unos cuantos, y de ilusión de todos ...”
“La Puerta”: Herrera, German; p. 80

Quetzalcoatl:

“ ... ancestral emblema en que el águila, símbolo del espíritu, ha logrado vencer y transmutar a la serpiente, alegórica representación de la materia”
“La Herencia Olmeca”: Antonio Velasco Piña; p. 37

“Al través de su milenaria historia, un símbolo expresado en muy diversas formas había sido característico de México: la serpiente emplumada, representación del espíritu que ha logrado trascender la materia. El águila devorando a la serpiente constituía idéntica representación de ese mismo símbolo ... , si se estaba luchando por que México recobrase su identidad, debía antes que nada recuperarse su símbolo.
"La Guerra Sagrada": Antonio Velasco Piña; p.106


Serpientes aladas de las culturas de los diferentes chakras del planeta:


Las lunas que sumaban los que miran las estrellas hace tiempo se dejaron de contar.
Después vino el olvido y en su seno tu nombre aéreo y terreno se dejó de pronunciar.
Siguiendo tus pasos, pensando en tu obra, y entonando la leyenda vuelvo a trazar tu perfil.
Reconozco tu mano tras de todo, pero sólo hallé silencio, cuando pregunté por ti.
Mostrabas con tu ciencia la paciencia y cuando llegó la hora de irte, todos sintieron pesar.
Te despediste de los que te amaban, diciendo que no lloraran, que jurabas regresar.
Y aún prometes volver, con la primera estrella que eres tu al atardecer, desde la barca viva de tu exilio donde el mar, y en donde nadie te vio regresar.
La historia de tu pueblo se ha llenado de dolorosa ignorancia de tal ausencia de luz, que aquellos los bellos campos floridos, como ves se han consumido porque siempre faltas tú.
La obscuridad se ha quedado de entonces a la fecha, y ya es la hora que no fulge el nuevo sol.
Y yo sólo soy otro que ha perdido en esta noche su camino que le lleva a ser mejor.
¿Donde fuiste a volar, sabia serpiente de preciosas plumas de quetzal?.
¿Donde el conocimiento te ha llevado, qué hay allá, que no te ha permitido regresar?.
Que acabe aquí, este pacto con el tiempo, para el cansado viajero, que se ha detenido a oír.
Las obras de los hombres, y sus huesos son los únicos vestigios de su breve devenir.
Bendice mi palabra y sea la tuya y flote con hermosas plumas que hacen de su ondulación, el vuelo más ligero en estos tiempos, estos tiempos de portentos, para llevar tu canción.
Y prométeme volver, con la primera estrella que eres tú al amanecer, con el conocimiento que un día fue y ahí donde está, se aparece el lucero Quetzalcoatl. ...
Canción: "Primer estrella de la tarde"; Fernando Delgadillo

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Esfinges:


¿ Cuan profunda es la relación entre las altas
culturas de
los diferentes chakras del planeta?




“Las regiones se suceden sobre la tierra, las generaciones pasan y las recién venidas creen, en su orgullo, poder despreciar los conocimientos antiguos. Por encima de todas las cuestiones, los errores y las sectas, se yergue inmovil la Esfinge que responde con un desconcertante ¿Que soy? a los ignorantes que blasfeman de la ciencia.
Los templos pueden ser derribados, pueden los libros desaparecer sin que los conocimientos superiores adquiridos por los antiguos, hayan de ser olvidados. La Esfinge queda y basta.
Símbolo de la unidad, resume en si las formas más dispares entre sí. Símbolo de la verdad, muestra la razón de todos los errores en sus mismos contrastes. Símbolo de lo Absoluto, exhibe el cuaternario misterioso. Mi religión es la única verdadera, grita el fanático cristiano. La vuestra es obra de un impostor, solo la mía viene de Dios, responde el judío. Todos vuestros libros santos son copias de nuestra revelación, escribe un indio. Todas las religiones son mentiras, nada existe fuera de la materia, los principios de todos los cultos, proceden de la contemplación de los astros; unicamente la ciencia es verdadera, sostiene el sabio.
Y la Esfinge se yergue sobre todas las disputas, inmovil, resumen de la unidad de todos los cultos y de todas las ciencias.
Muestra al cristiano el ángel, el águila, el león y el toro que acompañan a los evangelistas; el judio reconoce el sueño del judío Ezequiel; el indio, los secretos de Ada-Nari, y el sabio al pasar altanero y desdeñoso, encuentra bajo todos estos símbolos las leyes de las cuatro fuerzas elementales: magnetismo, electricidad, calor y luz.
Indeciso en su marcha, el futuro iniciado interroga a la Esfinge y esta le dice:
“Mírame: tengo una cabeza humana en la que reside la sabiduría, como indican los adornos de iniciado que lleva. La Ciencia conduce mi paso en la vida: pero sola es pequeña su ayuda. Estoy armada para la acción nada resiste a mi audacia guiada por la ciencia.
Pero estas patas son sólidas porque están unidas a mis flancos de Toro. Cuando comprendo una acción, sigo laboriosamente el trabajo con la paciencia de un buey que traza un zurco. En los momentos de desfallecimiento, cuando el desmayo va a invadirme y mi cabeza se siente débil, agito mis alas de águila, alcanzo el dominio de la intuición, leo en el corazón del mundo los secretos de la vida universal, y puedo continuar mi obra calladamente.
Mi cabeza te recomienda saber, mis garras, osar, mis flancos, querer, y mis alas callar. Sigue mis consejos y la vida te parecerá justa y bella.

“Tratado elemental de ciencia oculta: La Esfinge”; Papus


Etapa Sagrada:


“... por primera vez en la historia todos los chakras de la tierra se están sincronizando y es posible lograr que se inicie una Etapa Sagrada a nivel mundial, una auténtica Edad de Oro para la humanidad ...”
“Espejo del Viento”: Antonio Velasco Piña; p. 21

“... El motivo espiritual se irá sobreponiendo de esta suerte a las contingencias de lo físico. Por motivo espiritual ha de entenderse, más bien que la reflexión, el gusto que dirige el misterio de la elección de una persona entre una multitud.”
Raza Cósmica. Misión de la raza iberoamericana”: José Vasconcelos

"el anhelo de proseguir la búsqueda de un camino de desarrollo interno era mucho más fuerte que cualquier otro sentimiento"
"Dos guerreros Olmecas": Antonio Velasco Piña; p.89

"una incesante búsqueda de un personal camino de desarrollo interno, un ir armando pieza por pieza un complicado rompecabezas"
"Dos guerreros Olmecas": Antonio Velasco Piña; p. 93

“... Nada de lo que hagamos sirve si no mantenemos siempre esa conexión con lo sagrado y esta solo puede generarse mediante la auténtica devoción ...”
“La Herencia Olmeca”: Antonio Velasco Piña; p. 40

“... Hubo un tiempo ... en el que el hombre sabía ponerse en contacto consigo mismo, con la naturaleza, con sus fuerzas y con el Creador, directa y sencillamente ... pero con el tiempo ha olvidado como hacerlo ...”
“La Puerta”: German Herrera; p. 63

"la presencia divina se manifiesta en todo lo existente"
"Dos guerreros Olmecas": Antonio Velasco Piña; p. 88

“... si México despierta, ya no van a orar solo sus gentes sino todos sus seres: montañas, árboles, animales, y ríos. Todo habrá de dar gracias de nuevo al creador. ...”
“La Herencia Olmeca”: Antonio Velasco Piña; p. 40

“... -Estamos hablando de una formidable obra llamada Consejo de Dios, la tierra desaparece, el sepulcro, ese gran murciélago de piedra, abre sus alas de sombra en el sepulcro de la resurrección y golpea en su vuelo contra la llameante ventana de cristal de las estrellas, el ave siniestra va de planeta en planeta, y su llanto nocturno, cada vez que toca el borde de una constelación, se vuelve un canto de luz, emerge del crepúsculo trayendo el alba, emprende el vuelo al Infierno y anuncia el Paraíso, parte como un búho y arriba como una alondra, escapa del viejo tronco del árbol humano y se posa en el extremo de cada rama en el punto donde la fruta se vuelve una estrella, deja los espacios ahuecados de los cráneos, salta de paraíso en paraíso, anida de gozo en gozo, se sienta en todos los globos uno tras otro e incuba en el cielo el huevo de cada arcángel.”
“Conversaciones con la eternidad”: Víctor Hugo; p. 156


Ha recaído en esta generación el deber de asistir a estos hermanos residentes en las estrellas a transformar la tierra
“Conversaciones con la eternidad”: Víctor Hugo; p. 162


... en Shambhala cada generación tiene un cierto destino que se conoce y se habla públicamente. Lo mismo se aplica a las culturas humanas exteriores a Shambhala
LA UNDÉCIMA REVELACIÓN; El secreto de Shambhala: James Redfield

Regina, la danza conchera, la mexicanidad y la nueva cultura planetaria



Cadena de milagros


Ciclos, Historia Sagrada:


“la cosmovisión ... de la historia era cíclica. ... la manifestación de las energías cósmicas que dan origen a la existencia de grandes personajes y de trascendentales acontecimientos tiende a repetirse una y otra vez”
“Amor y destino en Palacio Nacional”: Antonio Velasco Piña; p. 56


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“... Creo que comprendes que estamos al final de uno de los grandes ciclos de la historia y en el umbral del siguiente. Como la evolución no procede en línea recta ni curva sino por ciclos muy definidos, si se comprenden las leyes que gobiernan nuestra tierra, es posible saber que se puede esperar. Ahora al finalizar el ciclo, el conocimiento se irá liberando cada vez más a fin de que se preserve y pase al ciclo próximo ...
El conocimiento que te ha sido dado debe ser transmitido al finalizar este ciclo. No puedo decir qué significa, y nadie puede decirlo, pero los que han alcanzado el conocimiento de la Unidad esencial con Dios forjarán el camino y construirán un nuevo mundo. Sin embargo, ha sido dicho que antes de que este nuevo mundo surja, habrá confrontaciones. La primera confrontación se producirá entre los que saben y los que no desean saber, y la segunda entre los que saben y los que deben aprender ...”
“La última barrera: Un viaje sufí”: Field, Rashad; p. 171

“... llegó a la conclusión de que, al igual que en lo tocante a la historia universal, la historia de México podía estudiarse desde dos puntos de vista del todo diferentes. El primero era estrictamente académico y el segundo que podía calificarse de ¨historia sagrada¨, siendo este último el único que a su juicio era capaz de proporcionar una auténtica comprensión de las causas de los más trascendentales acontecimientos históricos ...”
“Los siete rayos”: Antonio Velasco Piña; p. 62

“... un diálogo entre maestro y discípulo, me permitieron muy pronto percatarme de la existencia de una fascinante y complejísima visión de la Historia, no contenida en ninguno de los libros comúnmente conocidos...
... las tesis que conformaban la citada concepción de la Historia podían parecer ultramodernas, en realidad se trataba de una antiquísima concepción del devenir histórico, cuyas ideas centrales habían sido conservadas y transmitidas a lo largo de milenios ...
uno de los conceptos centrales de la visión histórica a que me refiero, consistente en considerar que el progreso de la humanidad tiene por objeto lograr una ampliación de la conciencia humana, y que este progreso se realiza conforme a un ritmo de tres tiempos que puede ser captado por cualquiera que se tome la molestia de estudiar Historia con la debida atención”
La mujer dormida debe dar a luz” Ayocuan; p. 66

“... la humanidad y el planeta mismo atraviesan por un trascendental parteaguas. Toda una serie de edades históricas y de ciclos cósmicos están finalizando y dando inicio a otros nuevos. Antiguas profecías, contenidas en los libros y tradiciones sagradas de muy distintas culturas, señalan con toda precisión estos tiempos como una época decisiva de la cual depende el avance o decadencia de la especie humana”
“Hombres que quieren ser”; Antonio Velasco Piña, p.103




Analogía entre el ciclo del agua y los ciclos de la historia:

La vida del hombre se encuentra inmersa en múltiples ciclos, el día con su noche, el ciclo solar anual, los ciclos planetarios, etc.. Desde la visión sagrada, alcanzada por todas las culturas planetarias en algún momento, la historia se compone de una sucesión de ciclos particulares, compuestos a su vez de cuatro etapas cada uno. Cada una de estas cuatro etapas, tiene una duración de alrededor de 400 años, e influye de manera definitiva sobre la conciencia humana, determinando el quehacer del hombre, y por tanto, la historia de la humanidad.
Durante la primera etapa del ciclo, denominada sagrada o de oro, el espíritu divino se derrama sobre los hombres al igual que el agua que en forma de lluvia cae sobre la tierra, permitiendo a lo terrestre experimentar lo celestial. El hombre coexiste con lo divino, con lo superior, que como las nubes sobre el horizonte llenan la visión del hombre.
Después de la lluvia, el agua ya en tierra va moviéndose por causes naturales buscando su sitio final de reposo, descendiendo desde las montañas a los valles, desde lo alto hacia lo bajo, desde lo superior pero ahora terrestre a lo inferior. De manera similar, durante la segunda etapa conocida como heroica o de plata, el hombre ya no cuenta con la experiencia directa de lo divino, pero continua creando su realidad circundante motivado por los ideales del elevado conocimiento alcanzado durante la etapa anterior que aun se mantienen vivos. Se va despejando el cielo y las nubes van desapareciendo, la realidad celestial se va disolviendo poco a poco. Sin embargo la reciente experiencia de lo divino en la tierra aun vibra en la realidad del hombre en forma de fe. Al igual que en los campos, la humedad de la tierra da testimonio de la lluvia reciente.
Una vez que el agua ha descendido a los valles, regado los campos, nutrido ríos y lagos, revitalizado los cultivos humanos que florecen y fructifican, la vitalidad terrestre se manifiesta en la diversidad, ya muy pocas nubes pueden verse, análogamente durante la tercera etapa, humana o de cobre, va predominando en el hacer del hombre la perspectiva terrestre, se da un aparente renacimiento donde poco a poco va dominando en la conciencia humana la realidad terrestre tangible sobre la celestial sutil, la razón sobre la fe, el quehacer humano sobre el hacer divino, el impulso ahora continúa con la perspectiva de lo terrestre, prevalece el ideal aun pero mundano, diverso pero inferior. El hombre es ahora la medida de todas las cosas.
Por último con el paso del tiempo, el agua de los valles, ríos y lagos se va filtrando a los mantos, al subsuelo, continuando su camino por ríos interiores, ocultos, que eventualmente se unen en los océanos, la tierra se va secando, pierde vitalidad y frescura, se va agrietando. De igual forma, durante la última etapa conocida como de rebaño o de hierro, lentamente el hombre se va degenerando, predominan la falta de ideales y valores, el absurdo materialismo, que de continuar así, al igual que ocurre con prolongadas sequías, llevaría a la muerte a todos los seres vivos. Sin embargo la misma sequedad de la tierra, el predominio de la muerte sobre la vida, lo vació de la existencia, el sin sentido del hombre, la carencia de valores e ideales, crea la polaridad que hace surgir nuevamente el anhelo por lo celeste, guardado en la memoria de la tierra antes anegada por la lluvia, así como en el alma de los hombres alguna vez plenos de riqueza espiritual. Y ambos tierra y hombre, poco a poco cada vez más y más, claman a lo superior para que derrame sobre ellos su esencia, se recupere lo sagrado de la existencia, se de la reconexión con lo divino. Y entonces, nuevamente, desde los océanos terrestres y cósmicos da inicio un nuevo ciclo.

Sin embargo tanto la lluvia como la derrama espiritual que tienen temporadas, tienen también intensidades, como hay tiempos de llovizna, también los hay de huracanes.
Hace unos trece mil años, dio inicio un nuevo gran ciclo planetario que contiene a su vez a otros múltiples ciclos menores, entre ellos los descritos anteriormente.
Este gran ciclo en que está inmersa la humanidad actual, dio inicio al final de la más reciente gran inundación planetaria, después de ella, poco a poco, se fue dando el reagrupamiento de los hombres de Dios, de los sobrevivientes, de los "Noes" planetarios narrados por todas las tradiciones.
Primero en pequeños grupos, guiados por hombres y mujeres elevados, conocidos con nombres diversos "chamanes", tlamatinimes, druidas, etc., sacerdotes y sacerdotisas todos, que al igual que montañas, lagos y ríos de escala humana, manteniendo siempre el contacto con los sagrado y custodiando en si la sabiduría que reciben de Dios, la derraman siendo fuentes donde pueden abrevar los hombres sedientos de la verdad superior, de Dios. Sirviendo como guías, como faros durante las tempestades emocionales de la comunidad.
Transcurrió el tiempo y poco a poco la humanidad, revitalizada siempre por las celestiales esencias continuó multiplicándose, extendiéndose sobre el planeta, influido siempre por la sucesión de las cuatro etapas del ciclo histórico en cada uno de los 7 chakras de este organismo viviente que nos nutre y cobija, nuestra madre tierra. Fundando ciudades e imperios, conquistando e interconectando, enriqueciéndose culturalmente, y ampliando también la visión de la sagrado, de Dios, que han desarrollado de forma diversa los diferentes pueblos, nutridos todos de la fuente única.
Mas hace unos dos mil años, ya había suficientes hijos de Dios extendidos sobre la faz de la tierra y aglutinados en vastas culturas lo que traería como consecuencia natural que durante este nuevo ciclo la humanidad como conjunto llegaría una vez más como en tantas otras ocasiones, aunque por vez primera dentro de el actual gran ciclo, a la condición de rebaño planetario.
En preparación a este último ciclo, la divina verdad única se derramó sobre múltiples grandes maestros, montañas humanas que actuarían como enormes fuentes donde abrevaría la humanidad, diversas en apariencia pero idénticas en esencia, cuya misión sería servir como guías de los grupos de cada una de las grandes regiones de la tierra, de cada uno de los siete chakras, en preparación a los tiempos finales: Quetzalcoatl, Jesus, Buda, Mahoma, Moisés, Lao Tse, Confusio, Zoroastro, etc., cristos todos.
En este final del gran ciclo, es de nosotros, de nuestras acciones personales, de quien dependerá si la reconexión con el mundo de lo sagrado se dará o bien por medio de destructoras tormentas, tsunamis, huracanes, etc., que nos inundarán aterrándonos y ahogándonos, o de visiones sagradas, experiencias celestiales que sacaran al hombre del materialismo y saciaran su sed de divina verdad.
El hombre recibirá, lo que le corresponda, pues cada uno de nosotros crea su propia realidad.

Círculos internos:


“... los procesos de reactivación de los chakras de la Tierra y la gestación de nuevas culturas no son eventos mecánicos, sino que requieren titánicos esfuerzos plenamente concientes cuya realización sería del todo imposible para los seres humanos ordinarios.
¿Quiénes son entonces los que efectúan estas tareas de las cuales se beneficia no solo la Humanidad sino el planeta mismo?.
Las tradiciones Sagradas de todos los tiempos nos informan que esta clase de labores se pueden llevar a cabo gracias a los existencia de "Círculos Internos Terrestres y Celestes". Pertenecen a los primeros todos aquellos seres humanos que alcanzan en vida un desarrollo espiritual excepcional, mismo que les otorga una sabiduría y una serie de facultades que no poseen el resto de los mortales.
La mayor o menor importancia que tienen dentro de estos círculos los integrantes de los mismos, está determinada por el grado e intensidad de la conexión que cada uno de ellos logra establecer con quienes conforman a su vez los círculos Celestes, o sea aquellos seres que ya no son ni materiales ni mortales y que constituyen una jerarquía en cuya cúspide se encuentra Dios, la Divinidad, lo Innombrable o como quiera que se designe según las diferentes Tradiciones a quien constituye el origen, causa y sustento de todo cuanto existe.
...
En lo que respecta a los Círculos Internos Terrestres, estos podrían dividirse en cuatro. En primer término quedarían "los guardianes", o sea los hombres y mujeres que tienen a su cargo la custodia de muy diferentes herencias sagradas. ... lugares sagrados de la Tierra ("nadis") ... conocimientos correspondientes a una determinada Tradición o Cultura ... hay guardianes de muy distintos grados en cualquier Cultura (Zapoteca, Árabe, Quechua, Occidental, etc.) ... aun cuando muchas culturas hayan desaparecido o se encuentren en su etapa final. En igual forma hay guardianes de las distintas Tradiciones Sagradas (Cristiana, Islámica, Budista, etc.) que pueden o no pertenecer a las diferentes instituciones externas que en un determinado momento fueron creadas por dichas Tradiciones. Tal sería el caso de los actuales Templarios ... que constituyen uno de los Círculos Internos de los "Guardianes de la Cristiandad".
La importancia de las diferentes funciones que realizan los guardianes es decisiva para la preservación de la civilización y de la existencia misma de la Humanidad. De no ser por ellos, las fuerzas de la barbarie y de la destrucción - que están siempre presentes y activas- barrerían en muy poco tiempo con toda manifestación de auténtica cultura y llevarían su sed de exterminio a la extinción de cualquier forma de vida sobre el planeta.
El segundo Círculo Interno Terrestre quedaría integrado por lo que en la tradición Cristiana se conoce como "santos", personajes que desde luego tienen su equivalente en cualquier tradición. Se trata de seres que han logrado importantes avances en lo que hace a trascender el ego y superar los defectos inherentes a la condición humana ordinaria. Cualidades como la generosidad, el amor al prójimo, y la carencia de anhelos materiales comunes, son casi siempre distintivas en los hombres que han alcanzado el grado de conciencia que han alcanzado los integrantes de este Círculo, pero desde luego la característica más sobresaliente de todos ellos es una cotidiana conexión con lo sagrado, o sea la posibilidad de mantener una unión más o menos permanente entre su ser y lo Divino.
Al contrario de lo que ocurre con los guardianes, en el caso de los santos no resulta tan fácil determinar cual es la función biológica que desempeñan dentro del organismo de la Humanidad. ... se requiere ... una visón cósmica .... Los santos son "el alma de la Tierra" y es gracias a su existencia que pueden ser aprovechadas o neutralizadas (según sea el caso) toda una serie de influencias cósmicas que van fortaleciendo o retrasando el avance espiritual de la especie humana. ... la innegable existencia de seres humanos que en todos los tiempos han logrado alcanzar la santidad, constituye una prueba irrefutable de que la naturaleza humana ordinaria puede ser trascendida ...
Un gran número de instituciones, tanto benéficas como culturales (hospitales, universidades, etc.) han sido creadas o bien por ellos mismos o bien por personas que actuaron movidas por el ejemplo e inspiración que estos seres generan y que perdura mucho tiempo después de su desaparición física.
El tercer Círculo de esta clase corresponde a los Maestros o Altos Iniciados. Ellos constituyen el auténtico "Espíritu de la Tierra". Su verdadera función y la forma que en que la llevan a cabo son un misterio para la mayor parte de las personas; sin embargo es evidente la trascendental importancia que juegan en la evolución no solo de la Humanidad, sino de todo lo que atañe a la tarea de ir logrando una progresiva ampliación de conciencia del planeta y de cuanto en el existe.
... corresponde a los Maestros la realización de los rituales más sagrados, que trascienden la forma de una determinada Tradición o Cultura y que permiten una conexión directa entre las energías terrestres y celestes. Son esta clase de rituales los que hacen que el planeta pueda proseguir su ampliación de conciencia y evolución.
... Finalmente existe el cuarto y más secreto de los Círculos Internos, el que integra a quienes constituyen el Gobierno Espiritual de la Humanidad y del Planeta. ... bien poco ... puede saberse con certeza sobre este Círculo. Al menos su existencia está fuera de toda duda, pues constituye un hecho que ha sido reconocido siempre por los Maestros de todos los tiempos y lugares. ... el velo que cubre a quienes forman este círculo es totalmente impenetrable, pues ni siquiera los propios Maestros conocen sus nombres o sus rostros, ni tiene forma alguna de comunicarse con ellos, sino que deben aguardar a que sean estos seres los que cuando estimen conveniente les proporcionen determinadas órdenes o indicaciones, utilizando para ello procedimientos nada convencionales: sueños, telepatía, y toda clase de señales prodigiosas en los elementos como por ejemplo repetitivas señales en las nubes o en el fuego.
Este impenetrable anonimato que encubre a los verdaderos Gobernantes de la Humanidad, los ha puesto a salvo de cualquier intento de agresión por parte de los incontables salvajes que existen en la especie biológica que ellos intentan civilizar. Por otra parte constituye también una absoluta garantía de que en este caso no puede haber usurpaciones ni falsos liderazgos, pues basta con que cualquier persona se ostente como supuesto integrante de estos Círculos para tener la completa seguridad de que no lo es. Quienes en verdad ejercen la difícil labor de conducir la evolución del planeta no alardean por ello, ni buscan tampoco honores ni privilegios. Según parece, los componentes de este Círculo o bien aparentan ser personas comunes y corrientes que desempeñan modestas actividades, o bien permanecen en un extraño estado de "suspensión" ...
¿De donde provienen y en dónde se forman quienes habrán de guiar los vacilantes pasos de la especie humana? Todo parece indicar que son siempre los mejores elementos del tercer Círculo los que en determinado momento pasan a ingresar al cuarto. Esto explicaría el por que algunos maestros, tras de llevar por muchos años una vida activa pública, desaparecen súbitamente sin dejar tras de sí rastro alguno que permita ubicarlos o tan siquiera saber si aún continúan con vida. ... seres superiores que permanecen en una especie de sueño intermedio entre la vida y la muerte, estado desde el cual continúan laborando en beneficio de toda la Humanidad. ... no viven ya en medio del anonimato de la multitud, sino que desde los ocultos escondrijos en que fueron depositados sus cuerpos, proyectan elevadas vibraciones tendientes a lograr la paulatina ampliación de la conciencia de todo cuanto existe”
...En cuanto al número, este es siempre invariable: son trece los seres que integran el Gobierno Espiritual de este Planeta. Cada raza (roja, blanca, negra y amarilla) tiene tres representantes en dicho Gobierno; el decimotercero no pertenece a ninguna raza específica, sino que representa a los distintos grupos que a través del mestizaje darán origen a la quinta raza.
Atendiendo a ciertos ciclos cósmicos de muy larga duración, el círculo está integrado por siete personas de un sexo y seis del otro. En el ciclo anterior, que se inició hace aproximadamente cinco mil años., el círculo estaba compuesto por siete hombres y seis mujeres; en el ciclo actual que recién se inicia (tomando como punto de partida 1968) y que tendrá igualmente una duración aproximada de cinco mil años, el Gobierno Espiritual del Mundo lo constituye un círculo formado por seis hombres y siete mujeres. No nos extrañe por tanto si el matriarcado se vuelve a poner de moda.
Si lo relativo a los Círculos Internos Terrestres constituye un tema en extremo misterioso y difícil, con mucha mayor razón dichos calificativos resultan aplicables en cuanto concierne a los Círculos Celestes. ... hay una plena coincidencia entre todas las Tradiciones. Uno de ellos es el de la estrecha vinculación que existe entre el plano material en el cual nos encontramos y el plano espiritual o inmaterial en el que moran los integrantes de estos círculos. De hecho no hay un radical distanciamiento entre ambos planos, sino que estos subsisten en forma simultanea diferenciándose exclusivamente por ... una distinta frecuencia o calidad vibratoria. ... esta íntima vinculación ... permite ... una comunicación entre lo humano y lo sagrado.
... otra cuestión en la que hay plena coincidencia entre todas las Tradiciones en lo que se refiere a los Círculos celestes y es la relativa a la estructura jerárquica que prevalece en estos ... los seres que integran estos círculos ocupan un determinado lugar en la escala atendiendo al grado de espiritualidad que cada uno de ellos ha logrado alcanzar, siendo dicho lugar en la escala del que se derivan tanto las atribuciones y poderes que poseen, como las funciones que realizan. ... la forma y funcionamiento de los mismos refleja más que cualquier otra cosa la existencia de un orden cósmico.”
Extractado de “El retorno de lo sagrado"; VI Círculos internos Terrestres y Celestes: Velasco Piña, Antonio


"La Milicia Celeste, integrada por todos aquellos seres que en todos los tiempos y en todos los planos han participado en la misión de colaborar al mantenimiento del orden cósmico"
"Los Siete Rayos": Velasco Piña, Antonio; p.55